Hoy ya es hoy
“Tuve que ver, y mi corazón se detuvo…”
Ya se acabo el mes, y hasta ahora so far so good… faltan 11 meses para calificar el año y ya estoy pensando en que termine. Tengo muchos proyectos para este año, algunos deseos que quiero se cumplan, y algunos propósitos de esos de los que nunca se cumplen (como inscribirme a un gimnasio, clases de bailes, o lecciones de guitarra). No se si escribirlos o reservarme la información para después no tener que publicar al mundo mi decepción por no haberlos cumplido, no sé, quizá el misterio haga que yo sola me vaya impulsando sin sentir presión del mundo. Mejor aquí me los quedo, y cuando los vaya cumpliendo, aquí se los pongo, queridos lectores invisibles.
El año comenzó hace 31 días y esta vez comenzó bien, con todos los rituales y alebrijes, y a partir de ahí todo tranquilo. Todo debía estar donde debía estar y yo con quien debía estar. Quemé a aquellos que debía quemar, mi pequeño y efímero ritual: forgive & forget. All checked.
No les digo que escribiré más, iré escribiendo como las notas vayan llegando. Ustedes mis queridísimos lectores invisibles de repente quedaron muy olvidados y yo muy ausente en mi capullo. Pero es que los últimos meses del año pasado, ya sólo quise refugiarme abajo de almohada y contar los días para la muerte del año viejo. Así de mal me fue en la ruleta. No digo que este año me vaya mejor, por ahí escuche esto: “We hope for the best but prepare for the worst.” Así es como me siento respecto a este año. Así siéntanse respecto a este año, que la situación político-económica-social nos raya parejo, y más a los que vivimos donde vivimos.
“Somos los que somos, estamos los que estamos y trabajamos con lo que tenemos”. Así.
Un beso, queridos lectores invisibles, y que no se olvide el pasado para no cometer los mismos errores en el futuro. Y no se preocupen, ocúpense. Ese consejo les doy, porque su amiga BV yo soy.